Domingo 23 Quinto día
Ya ha llegado el gran día…
Hoy nos hemos levantado a las 7:15, hemos desayunado en Verona y a las 8:30 hemos cogido el tren hacia Venecia.
Después de años de espera, al fin he podido verlo con mis propios ojos.
Venecia es una ciudad que no se puede contar con palabras, sino con fotos.
Venecia son los canales, los callejones, las casas, es espectacular.
A las 10:30 estábamos entrando, yo asomado con medio cuerpo por fuera de la ventana del tren grabando.
Una vez que hemos dejado el tren hemos comprado el bono para un día del vaporeto y hemos ido con el hasta la isla “Giudecca” que es la isla de al lado, donde esta nuestro albergue. Hemos guardado las maletas en las taquillas y hemos vuelto a Venecia.
He visto la plaza de San Marcos (o almenas lo que las palomas me han dejado, porque es alucinante pero hay miles, ya veréis las fotos. Yo me he quedado con la boca abierta), la mayoría del tiempo hemos estado metidos por callejones porque es lo más bonito de Venecia.
He comprado para mi madre una camiseta muy chula, a mi abuela un colgante de Cristal de Murano y yo caramelos de cristal y una mascara Veneciana del fantasma de la opera.
En mitad de la tarde hemos cogido el vaporeto y nos hemos ido a la isla de Murano.
Es mucho más tranquila pero también muy bonita.
Al volver hemos pasado por el gran canal y hemos visto el puente nuevo de Calatrava. A mi me ha gustado mucho. Parece una góndola del revés en color rojo. Pero aun no esta acabado.
Cuando hemos vuelto al albergue nos hemos comprado pizza para cenar. En acabar nos hemos pegado una ducha (que la necesitábamos...) y hemos dado una vuelta.
Si Venecia ya es bonita de día, imaginaos de noche. Ya se que ya lo he dicho, pero es que es verdad, no se puede explicar. De verdad, si podéis ir, no os arrepentiréis.
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